miércoles, 25 de mayo de 2011

The story

Viendo la tarde pasada una de mis series favoritas por internet, Grey's Anatomy, me topé con una canción hermosa que fue interpretada por una de las actrices principales de la serie, en uno de los capítulos más emocionantes y conmovedores que me hizo dejar caer litros y litros de lágrimas.
Al término de éste me quedé escuchando atenta con los ojos cerrados la letra y la melodía de la canción.
Luego mi mente divagó sin descanso.
Cada uno de nosotros es un universo diferente, distinto y particular.
Todos poseemos historias que cargamos a cuestas y marcas que nos durarán para toda la vida.
Todos tuvimos momentos de felicidad absoluta y etapas en las cuales nos sentimos desvalidos y habitamos aquél remoto lugar donde reinan las penas más hondas.
Aunque mi mente prefiere evitar recordar los largos instantes en que mi corazón  fue echado al olvido y mi espíritu opacado por el dolor; termino asociando cada pena, cada tristeza, cada dificultad, con tiempos mejores.
Mis pies han recorrido todavía muy poco comparado con lo que mi corazón ha caminado ya.
He tomado decisiones apresuradas, me he dejado llevar por el miedo, no me tomé la molestia en varias ocasiones de despejar mis dudas.
Me equivoqué varias veces.
Aposté y perdí.
Nací y crecí muy lejos, sin embargo cada error, cada lágrima, cada sensación de frustración, la desesperanza; fueron todas necesarias para llevarme hasta aquí.
Para encontrarme precisamente en este punto, en este lado del mundo, sentada frente a esta pantalla.
Todas ellas se fueron dando perfectamente calculadas y sin pensarlo.  Se convirtieron con el tiempo y mi experiencia, de casualidades a "causalidades".
Cada detalle de mi historia, por más insignificante que parezca, me trajeron hasta aquí.
Me llevaron sin saberlo a donde siempre quise estar.
A donde realmente pertenezco.
Al final cada dificultad me entrenó, cada decepción me volvió más cautelosa, cada pena me hizo más fuerte, cada equivocación me enseñó.
Hoy no me arrepiento de mis errores, no ansío poseer una máquina del tiempo ni pretendo cambiar el pasado.
Hoy valoro todo aquello y aquellos que alguna vez me causaron dolor, pero que ciertamente me condujeron sin quererlo a una versión elevada y mejorada de mí misma.
Hoy no olvido pero perdono.
Hoy sabemos tú y yo, que la historia de mi vida me tenía preparado un final feliz.
Todos los mares, todos los cielos, cada kilómetro, todas aquellas despedidas; me llevaron hasta ti.
Cada línea de las palmas de mi mano, cada cicatriz que dejaron mis caídas, cada marca del sol, cada diminuta arruga que se asoma; cuentan mi historia que desde el comienzo de los días, tenía planeado incluirte.
Porque para ti, ahora lo sé, desde siempre fui pensada y hecha.




No hay comentarios:

Publicar un comentario