Qué es la Libertad? Cómo la defines?
Fueron quizás las ansias contenidas que llevaron muchos años atrás a nuestra gente sometida a rebelarse, para poder así conocer y experimentar esa palabra a plenitud.
Fueron quizás, aquellos que nos preceden en el árbol genealógico, mucho pero mucho tiempo atrás, quienes quisieron legarle a sus hijos, a los hijos de éstos y así sucesivamente, una tierra digna donde habitaran todas las razas y todos los credos, donde los pensamientos distintos pasearan libremente y sus gentes mostraran respeto entre sí.
Un día inolvidable cayeron los peruanos en la cuenta que su espíritu era mucho más fuerte que cualquier cadena, que el color de su piel no los hacía menos sino más bien especiales, que el suelo que a diario pisaban les pertenecía.
En el día de nuestra independencia nos despojamos de todo rencor y perdonamos a quienes alguna vez nos sometieron y nos hicieron daño, celebramos en una fiesta pintada de dos colores que hemos crecido, que somos con el tiempo mejores en alma y espíritu.
Festejamos aquello que de pequeños leímos en los libros, apreciamos la soberanía que a diario nos pertenece y que inconscientemente ignoramos.
Un día como hoy nos detenemos un ratito y valoramos la libertad con la que nacimos, pero que significó la lucha, el sudor y la sangre de otros muchos.
Hoy las actuaciones en las escuelas pretenden resumir tiernamente la historia vistiendo a los niños de héroes, hoy los techos flamean banderas que ondulan en el cielo orgullosas.
Hoy nos deshacemos de todo complejo, hoy el tiempo nos da la razón y mira encantado como esta tierra ha crecido, como sus hijos se hacen grandes también y como su esfuerzo construye de a pocos un país más noble y todavía más digno.
Hoy que pienso en ti Perú me embarga la nostalgia, tú me viste nacer, doraste mi piel con el color de tu sol y enredaste mi pelo con el aire fresco de tus montañas. Me heredaste el salero, tu buen humor y la mixtura perfecta que esconde tu historia y todas las gentes que cobijaron tus alas.
Hoy que no habito tus plazas, que no camino tus calles ni respiro tu aire tibio con sabor a maracuyá y tamarindo; te extraño.
Te ansío.
Te busco pero te hallo lejos. Me llega distante tu eco, tu música alegre que mueve mis pies y hace vibrar mi garganta.
Hoy te añoro patria.
Esa patria que fiel siempre me espera, que puedo sentir desde mi asiento de avión y que hace que valga la pena sortear 13 horas de vuelo incluyendo escalas.
Ese puñado de memorias, ese suelo donde viven mis recuerdos, donde me aguarda el rostro de mis buenos amigos y los almuerzos familiares en casa.
Tú me regalaste lo que más amo, me hiciste bailarina, mujer de armas tomar, generosa de espíritu y de inacabables abrazos tibios.
Tu vives en todos aquellos que andamos lejos, en nuestra sangre tan roja como tu bandera, en nuestros pensamientos que conservan tus paisajes intactos y tus cielos coloridos; en las raíces que nos harán siempre, cada vez, volver a la tierra en que nacimos.
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