Sé que llegará el día en que tus ojitos marrones o azules, habrán de leer y releer cuánto es que mami te quiere.
Por lo pronto te puedo imaginar y desde ya para siempre mi amor te pertenece.
No tengo clara la forma de tu pelo o el color de tus mejillas, pero en cambio puedo ver nítidamente todas tus iniguales sonrisas.
Papi y mami se están preparando para algún día no muy lejano recibirte.
Para extender sus brazos y acogerte, para mecerte con dulzura, para susurrarte en secreto cuánto de magia hay en tus manitas.
Cada pequeña y diminuta parte de ti, habrá sido hecha con ilusión, dibujada con anhelo y decorada con ansias infinitas.
No será fácil hacer del mundo un lugar mejor o más seguro, pero en cambio te habremos de recordar que tu sola existencia ha convertido el nuestro, particularmente, en uno indescriptiblemente más hermoso.
Te pido disculpas si es que algún día el egoísmo de la rutina nos envuelve y roba tiempo para ti, si nuestra paciencia resblandece o nuestros juegos se tornan aburridos. Debes entonces simplemente recordar, que detrás de cada error, mamá y papá procuran tercamente mejorar para ti.
No sé cuál será tu color favorito, si te gustarán los carros o las muñecas, tampoco puedo asegurar que te parecerás a mí, o más bien has de heredar el carácter de tu papi.
Lo único que mi corazón afirma con certeza, es que te ha de cuidar, amar, engreir, apoyar y conservar, como el milagro más maravilloso, de todos y cada uno de mis días.
Te ama,
mamá.
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